¡¡¡¡Esta semana en la Saleta de Creació hemos hecho Pasta Fresca y estaba buenísima!!!!

La creatividad no solo abarca lo que tiene que ver con las manualidades o con lo que conocemos con las Bellas Artes, como pintura, escultura, etc.

La creatividad abarca todos los campos, desde las artes, pasando por la medicina, la historia, las matemáticas, la organización de empresas, etc.… en todos los ámbitos podemos ser creativos y tener una mirada diferente.

Para nosotros, experimentar con diferentes texturas, sabores, olores, materiales y divertirnos, es muy importante.

Por eso, hemos querido hacer una clase de Pasta Fresca con los niños…y les ha encantado.

En realidad, hacer pasta no es mucho más diferente que hacer plastilina casera, pero en este caso, te las puedes comer.

En nuestro blog también tenéis disponibles otras recetas como el pa de pessic.

 

¿Cómo se hace la pasta?

Hay muchas maneras de hacer pasta y puedes usar muchos tipos de harina. Hoy en día, hay mucha variedad de harinas para todo tipo de intolerancias.

Nosotros, aprovechando que nuestra profesora, Maria Pappalardi es de la Puglia, del Sur de Italia y que en su casa hacen la pasta manualmente, hemos optado por seguir su receta.

 

Receta:

-Harina de Sémola di grano duro Rimacinata*. Esta harina es de color amarillo.

-Agua

 

*Es muy importante que sea esta harina pues al amasar tiene más consistencia que las harinas comunes. Nosotros hemos comprado la de la marca De Cecco.

No se pone sal en la masa puesto que quedaría el grano duro de la sal.

¿Qué más necesitas?

1 rodillo para extender la masa

Harina blanca de trigo, la normal

-Haz el relleno que quieras

1 vaso que no sea muy ancho de diámetro. Puede ser un vaso de plástico.

1 tenedor o cuchillo

 

Elaboración:

  1. Haz la masa

Haz una pirámide con la harina de Sémola y con el dedo haz un agujero hasta el fondo.

 

Vierte un poco de agua y mézclalo. Repite esto varias veces hasta que la harina se haya mezclado completamente con el agua.

 

Entonces has de pasar a amasar. En la Puglia, dicen que para amasar hay que poner “aceite de codo”, ¡¡¡así que venga!!!

Hay que amasar con la muñeca de la mano y no con la mano ni los dedos.

Para que la masa no se pegue a la mesa pon harina normal esparcida por encima y sigue amasando.

Aquí abajo te dejo un vídeo para que veas como hacerlo.

 

La masa debe quedar blanda, en forma de bola, y que no se pegue en las manos.

Recuerda ir añadiendo harina para que no se pegue en la mesa.

 

  1. Extiende la masa con el rodillo

 

Ahora que tienes la mas bien hecha, pasamos a estirarla con el rodillo.

Nosotros hemos dividido la masa en 2 bolas más pequeñas para hacer Raviolis y Tagliatelle.

Pon la bola en la mesa y aplástala para que quede como un círculo. Ponle harina blanca para que la masa no se enganche y empieza a extender la masa con el rodillo.

Has de dar la vuelta a la masa cada vez que la extiendes y ponerle harina blanca.

La masa ha de quedar fina pero no muy muy fina porque se rompería al hervirla, y si es muy fina, no tiene sabor de pasta.

Cuando la tengas estirada es hora de empezar a hacer ¡¡¡los raviolis!!!

 

  1. Rellena la pasta.

El relleno de la pasta puede ser de cualquier cosa que te guste. Puedes combinar espinacas con queso, jamón y queso, calabaza con nueces, carne, verduras varias, etc.

Escoge tu relleno. Puedes ser muy creativo y probar de mezclar varios gustos o hacer pasta más tradicional, tú decides.

Al final te dejo la receta de la Ricotta* por si quieres hacer el queso casero. Es muy rápido.

Sobre la masa, pon el relleno en pequeños montoncitos. Han de estar separados y cerca del borde de la masa…no pegados al borde.

Fíjate en la foto:

 

Luego, cubre los raviolis con la masa que sobra y marca bien la separación de los montones con los dedos.

Usa el vaso para cortar los raviolis. Ponlo del revés alrededor del relleno y aprieta, verás como sale la forma del ravioli.

¡¡Ya casi tenemos listos los raviolis!!! Solo falta coserlos con el tenedor o el cuchillo para que no salga el relleno.

Ha de quedar así:

 

Ponles harina blanca por encima y por debajo. Más vale que sobre.

Los restos de pasta que no hemos usado, los podemos volver a mezclar y hacer otra masa y más raviolis o hacer trozos de Mal Tagliatti (Mal cortados). No tienen una forma concreta pero están muy buenos también.

4. Tagliatelle:

Vamos a usar el otro montoncito de masa que tenemos.

Las Tagliatelle al no llevar relleno son más fáciles.

Vuelve a estirar la masa.

Acuérdate de ir poniendo harina blanca para que no se pegue a la mesa ni al rodillo y ves dándole la vuelta.

Cuando tengas la masa extendida, enróllala. Pon mucha harina para que no se enganche.

Ha de quedar así:

Y luego ves cortando, según la anchura que quieras, los Tagliatelle.

Ahora solo tienes que desenrollarlos. ¡¡Verás que divertido es!!

Al acabar ponles mucha harina pon encima y mézclalos. Es mejor poner mucha que poca harina.

 

5. Variantes:

Nosotras hemos añadido colorante alimentario a la pasta para que los niños se lo pasaran bien. Pero en Italia, esto es inconcebible.

Prefieren que usemos verduras o líquidos de verduras para dar color. Como, por ejemplo, espinacas, remolacha etc.

Esta opción es más sana y le da mejor sabor.

Aquí podéis ver varias fotos.

  1. Cocción:

Para cocinar la pasta fresca, el tiempo de cocción es poquísimo. Depende del grueso de la pasta.

Como normal general, una vez que el agua hierve y que le has puesto sal, ya puedes poner la pasta. Cuando la pasta flota, ya está hecha.

Sobre todo, id removiendo para que no se enganche.

 

*Ricotta/ Mató/Requesón:

En Italia, tienen un queso que se llama Ricotta, que corresponde a nuestro Mató o al Requesón. Aunque hay diferencias entre estos quesos, el Mató o Requesón ya nos sirven.

Como a veces es difícil encontrar Ricotta, aquí os dejo la receta para hacer Mató casero. Es muy útil puesto que puedes hacerlo con varios tipos de leche: fresca, entera, desnatada, semidesnatada o sin lactosa. Queda bueno igual.

Receta del Mató:

  • 1 litro de leche
  • Zumo de limón

Preparación:

Pon a hervir la leche y cuando veas que ya hierve vierte el zumo de limón poco a poco hasta que la leche se corte.

Verás como el zumo de limón separa el suero de la leche y se hacen grumos de queso.

Una vez que esto suceda, cuela el suero y deja que el queso repose hasta que se enfríe.

¡Ya lo tienes listo!!

¡BUEN PROVECHO!

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